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EXPRESS-ARTE
conCiencia 2022

PREMIO MEJOR TEXTO

ERIK GIMÉNEZ COLL / IZAN GIMÉNEZ COLL

Supervisión: Sara Segura Redón

IES Ricardo Marín Ibáñez

Cheste · Valencia

Recuerdo de una pionera

Sara Bartfeld de Rietti (Buenos Aires, 3 de diciembre de 1930) más conocida como Sara Rietti, fue la primera química nuclear argentina. Estudió química y su trabajo de tesis consistió en un Estudio de la reacción entre tetracloruro de diboro y diborano,​ a lo que ella le dio el nombre de «boranos»: compuestos químicos conocidos en la ciencia como hidruros de boro usados en la industria aeroespacial.​ Esos materiales no pueden recibir ni aire ni humedad, tienen que permanecer siempre fríos lo que la obligaba a pasar por el laboratorio todos los días, incluidos fines de semana, a veces llevando consigo a sus hijos, para controlar las condiciones de “sus boranos”.

Realizó su labor como investigadora en el departamento de Química Inorgánica y Fisicoquímica de la Universidad de Buenos Aires entre 1955 y 1956. Además, trabajó en el Centro Editor de América Latina como directora de la Colección Científica.

Más tarde, durante la época de la dictadura argentina del 66-72, estaba marcada por la intolerancia hacia las universidades argentinas, consideradas desde el Gobierno como «cunas de la subversión y el comunismo». La noche del 29 de julio del 66 tuvo lugar la conocida como Noche de los Bastones Largos, operativo en el cual la Policía Federal Argentina irrumpió en la Universidad de Buenos Aires y aplastó una resistencia estudiantil al golpe, desalojando tanto a profesores como alumnos entre los que se encontraba ella; lo que provocó que numerosos docentes, intelectuales e investigadores de las universidades nacionales se exiliaran del país con la ayuda de Sara y su marido. Tras la vuelta de la democracia en 1973, Manuel Sadosky, que ejercía como vicedecano en aquella noche fatídica, volvió al país y fue nombrado Secretario de Ciencia y Tecnología del Gobierno y Sara Rietti fue la jefa del gabinete de la secretaría desde donde trabajó activamente por la repatriación de los científicos y científicas expulsados por la dictadura militar.

Rietti fundó el Centro de Estudios de Ciencias junto con José Babini (historiador de la ciencia e ingeniero) y Gregorio Klimovsky (filósofo y matemático) y fue miembro asociado del Centro de Planificación Matemática de Óscar Varsavsky, uno de los primeros científicos que aplicó modelos matemáticos a la investigación sociológica.

Sara siempre defendió una investigación con conciencia moral que respondiera a las necesidades de la sociedad alejada de los intereses económicos y del poder, que tendiera puentes entre disciplinas, especialmente entre las consideradas “ciencias duras” y “ciencias blandas”, dando a la producción científica un carácter social e histórico que sirviese realmente al pueblo y a la democracia para desarrollarse y avanzar en igualdad. Fue defensora de la democratización del conocimiento a través de la educación como herramienta para la ciudadanía de cara la toma de decisiones referentes a temas científicos y técnicos, evitando así dejarlas en manos de pocos expertos que podían tener intereses concretos al margen del bien común.

Además, pertenecía al Foro Nacional Interdisciplinario Mujeres en Ciencia, Tecnología y Sociedad desde participaba activamente cuestionándose la supuesta objetividad y neutralidad de un modelo de ciencia que giraba en torno al hombre como sujeto estudiante y estudiado. En su opinión, incorporar a las mujeres al entorno científico y académico y aceptar las diferencias entre todos los participantes tendría un enorme potencial para mejorar sus resultados y con ello mejorar la calidad de vida de la sociedad.

El Salón Principal del Instituto de Estudios de Género de la UNCuyo lleva su nombre.

Sara fue una científica “politizada” en el mismo sentido de la palabra que ella usa para definir a Carrasco, el científico que denunció los efectos nocivos del glifosato y trabajó codo a codo con las comunidades afectadas hasta su muerte. Sara Rietti falleció el 28 de mayo de 2017 a los 86 años en Buenos Aires.

 

Materiales y métodos empleados:

Diapositivas, Canva