Skip to content

SOBRE LISE

Los comienzos en Viena

Lise nació el 7 de noviembre de 1878 en Viena, en el seno de una familia burguesa de origen judío. Su padre, Philipp Meitner, era abogado y maestro de ajedrez. Su madre, Hedwig Skovran, era una talentosa música aficionada. Al igual que todas la niñas austríacas de la época, la educación formal de Lise terminó a los 14 años. Fue entonces cuando su padre le recomendó estudiar francés para asegurar su futuro.
Cuando terminó estos estudios, Lise pudo dedicarse a lo que de verdad la apasionaba, las ciencias. Consiguió matricularse en la Universidad de Viena en octubre de 1901. Tenía 22 años y decidió especializarse en física. Cinco años después, se convirtió en la segunda mujer doctora de la Universidad de Viena.

Rompiendo techos de cristal en Berlín

En 1907 Lise se mudó a Berlín, convencida de que en Viena no podría labrarse una carrera científica. Allí conoció al joven químico Otto Hahn, con quien decidió asociarse para profundizar en los estudios de la radiactividad. Una unión muy ventajosa, ya que Otto había estudiado radiactividad con Rutherford, era joven y accesible y no le importaba trabajar con mujeres.
La colaboración entre Otto y Lise resultó muy fructífera. Juntos descubrieron un nuevo elemento químico, el protactinio. Gracias a este logro, Lise pudo avanzar en su carrera, convirtiéndose en directora del Departamento de Física del Instituto Káiser Guillermo, profesora titular de la Universidad de Berlín y, finalmente, primera catedrática de física de Alemania.

Del uranio a la tabla periódica

Con la llegada de Adolf Hitler al poder, la vida de Lise se complicó y en 1938, con 60 años, se vio obligada a huir de Alemania. Justo en mitad de una investigación que cambiaría el destino de la humanidad…¡La que llevó al descubrimiento de la fisión del uranio!

Aunque el papel de Lise fue crucial en los experimentos, solo Otto recibió el Premio Nobel por el descubrimiento de la fisión nuclear. Lise fue nominada en 48 ocasiones al Premio Nobel, pero nunca lo recibió. Sin embargo, la historia le ha reservado un lugar mucho más privilegiado: es la única científica que nombra en solitario un elemento de la tabla periódica, el meitnerio.

time line

galería